sexta-feira, 26 de abril de 2013


Ello no quiere decir, dice Schiera, que el historiador deba limitarse a comunicar un conocimiento de anticuario, de cosas muertas, sino por el contrario, mostrar el pasado en su propia vitalidad. Es aquí donde se perfila el método propuesto por Brunner: la revisión de los institutos políticos buscando reconstruir su "estructura interna", es decir, su constitución, no en el sentido racional normativo sino como concreta realidad política y social de una época, dando cuenta de sus propias connotaciones. Tal postura habría de incidir en el retorno a lo político en la historia, y a la historia constitucional en el sentido material, que tiene en cuenta las articulaciones reales de las fuerzas políticas y sociales, en contraposición al concepto ideológico y ahistórico de constituciones formales.